Hace algunas semanas se conocía la noticia. Sol_89, estudio de arquitectura sevillano, y Ángel Martínez García-Posada, se convertían en comisarios de la XVI BAU, con Me-dio Pla-zo, una propuesta que supone una lectura a través de lo que está proponiendo la arquitectura española en este momento y lo que está anunciando que está por venir. Con ellos hemos querido charlar, entre otras cuestiones, sobre la propuesta en sí, sobre lo que significa para ellos y sobre cómo entienden la arquitectura que vivimos en pleno siglo XXI. ¡Te invitamos a leer la entrevista!

Para comenzar, ¿qué es Sol_89? ¿Quién está detrás?

Sol89 es un estudio de arquitectura de Sevilla que comenzamos María González y Juanjo López de la Cruz hace un par de décadas, donde hoy trabajan unos pocos arquitectos más y desde donde realizamos proyectos de escalas muy diversas y localizaciones tan variadas como Sevilla o Corea del Sur. Cuando llevábamos algunos años trabajando volvimos a la Escuela de Arquitectura como profesores asociados donde coincidimos con Ángel Martínez García-Posada, con quien formamos trío docente desde entonces y juntos extendemos la labor profesional del estudio a la difusión de la cultura arquitectónica, mediante la edición de libros o la organización de encuentros como los ciclos de conferencias de arte y arquitectura Acciones Comunes que hicimos para la sede sevillana de la Universidad Menéndez Pelayo durante cuatro ediciones.

¿Qué significa para un estudio como vosotros haber sido galardonado, junto con Ángel Martínez García-Posada -compañero docente en la ETSA-, para ostentar el comisariado de la XVI BAU?

Para nosotros tres supone la oportunidad de ofrecer una lectura a través de nuestra mirada de lo que está proponiendo la arquitectura española en este momento y lo que está anunciando que está por venir, verdadero argumento de Me-dio Pla-zo, el lema que proponemos para esta bienal. También es una gran responsabilidad que nos obliga a atender a un panorama complejo y muy variado, y nos da la oportunidad de continuar defendiendo la necesidad de la concomitancia entre el pensamiento y la práctica arquitectónica, entre las investigaciones académicas y los proyectos profesionales, y de difundir la cultura arquitectónica como un medio para que esta disciplina llegue a la sociedad.

¿Qué es Me-dio Pla-zo? ¿Cómo explicaríais vuestro proyecto a la ciudadanía en general?

Podemos decir que la mejor arquitectura se mueve a dos velocidades: la que imponen las necesidades presentes que ha de resolver y, también, la de un tiempo más prolongado que anuncia el futuro que está por llegar. Me-dio Pla-zo propone reflexionar sobre el valor de la arquitectura como motor de cambio, señalando su capacidad, no sólo de responder a los requerimientos actuales, sino de percibir y enunciar los retos futuros de nuestro hábitat y nuestro territorio. La XVI Bienal quiere significar aquellos proyectos, investigaciones y proyectos fin de carrera cuyo interés reside tanto en las respuestas que dan al presente como en la capacidad que poseen de enunciar el futuro de la arquitectura a medio plazo.

¿Cuáles son los siguientes pasos una vez que os habéis convertido en comisarios de esta importantísima cita para la arquitectura y el urbanismo?

La labor de los comisarios consiste en establecer las distintas categorías que reseñarán los mejores trabajos presentados, elegir los diferentes jurados, diseñar la imagen de la Bienal y el montaje expositivo de los proyectos y elegir las sedes de la itinerancia nacional e internacional, todo ello desde la gestión de un cronograma preciso y un presupuesto acotado. Pero por encima de todo, entendemos que nuestra labor como comisarios reside fundamentalmente en ofrecer una lectura de la arquitectura y el urbanismo producido en España los dos últimos años, desde la que explicar a la sociedad a través de nuestra mirada qué está sucediendo en la arquitectura española hoy y, en sintonía con el argumento propuesto, qué está anunciando que va a suceder mañana.

¿En qué tipo de arquitectura cree Sol_89?

Desde los distintos ámbitos desde los que defendemos una idea de arquitectura —la docencia, la investigación y la profesión—, asumimos un doble compromiso con la cultura y con el servicio público. Creemos en una arquitectura humanista, preocupada por las necesidades de la sociedad y por la cultura entendida como un arma cargada de futuro, parafraseando a Gabriel Celaya. Si la arquitectura desatiende a alguno de los dos ámbitos, se arriesga a ser banal y, finalmente, intrascendente.

¿Cómo definiríais la arquitectura que proyecta Sol_89?

Como una arquitectura que intenta apurar las posibilidades que ofrecen las situaciones de partida a las que nos enfrentamos cuando empezamos un proyecto. Asumimos las condiciones de inicio pero confiamos en que siempre existe una opción que no es evidente y que puede ofrecer una respuesta específica e intensa. Para llegar a ella procuramos no precipitar las soluciones para que haya un tiempo de maduración necesario que entendemos que todo proyecto requiere. Durante ese proceso un poco lento, se establecen relaciones que creemos que enriquecen las propuestas, con la cultura en general, con los procesos constructivos, con las necesidades de sus habitantes, con el contexto físico y ambiental… También procuramos que nuestros proyectos atiendan tanto a las personas que vivirán en ellos como a la ciudad o al territorio donde se emplazan, entendiendo que todo proyecto tiene un cariz público. Nos gustaría que todo esto surja con naturalidad.

¿En qué medida pensáis que puede beneficiaros este galardón a nivel profesional?

No lo sabemos aún, pero entendemos que la dirección de la XVI Bienal, en la que durante dos años estaremos en contacto con los mejores estudios de arquitectura españoles, con los autores de las investigaciones y publicaciones más sugerentes y con los jóvenes arquitectos recién egresados más brillantes, así como con miembros de los jurados que son arquitectos y arquitectas de trayectorias muy interesantes, supondrá una experiencia que nos enriquecerá intelectual y humanamente y, con suerte, nos hará mejores arquitectos y docentes. También supondrá la oportunidad de constatar cómo podemos establecer un diálogo fructífero con la sociedad en el que la arquitectura pueda ser entendida como un bien común a preservar para que nuestro mundo sea mejor.

¿En qué momento creéis que se encuentra la arquitectura andaluza?

Es una cuestión compleja porque es un territorio amplio y dispar. Al igual que otras arquitecturas de las regiones periféricas del país con una intensa personalidad cultural, parece que hay un intento por recuperar un cierto acento local que entronque con el mundo contemporáneo, a través de argumentos tipológicos, constructivos o lingüísticos. Sin embargo, corremos el riesgo de que esto quede diluido por un mercado de la construcción que demasiado a menudo no parece interesado en la cultura arquitectónica y por unas administraciones públicas que han perdido la impronta de principales promotoras de la arquitectura de calidad que ostentaron en décadas pasadas.

Para terminar, ¿en qué medida somos, realmente, la arquitectura que vivimos?

La arquitectura no es quizás hoy día la disciplina más determinante en la vida de las personas, como sociedad asumimos en muchas ocasiones que con unas mínimas condiciones de confort la arquitectura ya ha cumplido su función, sin valorar otras consideraciones que en el pasado conformaron las ciudades que ahora admiramos y los edificios que consideramos bienes de nuestra cultura. Sin embargo, si atendemos a la arquitectura como una expresión cultural y asumimos su gran impacto en el medio en el que vivimos, en términos productivos, energéticos, medioambientales, sociales…, comprenderemos que pocas disciplinas pueden ser tan influyentes como ella en la conformación de nuestro desarrollo individual y colectivo.