Arquitectura emocional 1959, dirigida por el cántabro León Siminiani y producida por Ainhoa Ramírez Lucendo, León Siminiani y María Herrera, se alzó con el Premio Goya 2023 al Mejor Cortometraje de Ficción, en la Gala celebrada, el pasado sábado, en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (FIBES).
Sinopsis
El corto de Siminiami es una propuesta dotada de una gran dosis de originalidad y sentido del humor, con toques de realismo mágico y, sobre todo, una enorme plasticidad; elementos todos ellos cuya combinación convierten el cortometraje en un auténtico deleite para los sentidos. Arquitectura emocional 1959 se rodó en tres años, pandemia de por medio, porque buscaban “captar el paso de las estaciones en los edificio y el cambio en la percepción que tenemos sobre ellos. La arquitectura metáfora de lo que somos”.
Arquitectura emocional 1959 narra la historia de amor de Sebas y Andrea, dos universitarios primerizos en el curso 1958-1959. En su historia se muestra cómo la clase social y la ideología se convierten en obstáculos ¿insalvables?. Un relato en el que la arquitectura marca, inadvertida, la línea de puntos que acaba dictando sus emociones.
Para Siminiami, “este corto habla de la importancia que en nuestra vida tienen los espacios y está construido con la idea de que los espacios tienen memoria emocional”.